Como cada día, salgo temprano de casa rumbo a la oficina.
Mientras bajo las escaleras, el sueño todavía me acompaña, pero algo llama mi atención en el rellano.
Allí, en una mesita, hay un montón de libros apilados de forma descuidada. Es algo que siempre está ahí, pero hoy decido detenerme.
Empiezo a revisar. Las primeras opciones no me emocionan: revistas de turismo que parecen más viejas que el edificio mismo.
Paso rápido las páginas gastadas, sin mucho interés. Hasta que, de repente, algo llama mi atención: un libro con un autor que me resulta familiar.
No solo me sorprende el autor, sino también el tema. Había escuchado conferencias suyas hace años, y recuerdo cómo me impactaron.
Ahora, parece que una de sus hijas ha seguido sus pasos, destacando en el mismo campo.
Aunque tiene cuatro hijas, la que seguramente te sonará es Marian Rojas.
Sí, la creadora de las «personas vitamina», el «sistema reticular ascendente» y esa manera tan clara de explicar cómo funciona nuestra mente y emociones.
Tiene conferencias que iluminan y libros que son auténticas joyas. De hecho, este que encontré en el rellano me pareció perfecto para tenerlo en físico, en la mesilla de noche, para releerlo cuando necesites una dosis de claridad o motivación.
Es el tipo de libro que, cada vez que lo abres, encuentras algo nuevo que aplicar en tu vida.
Y no solo para ti: es una excelente opción como regalo. Es una de esas lecturas que no tienen edad, que cambian la forma de ver las cosas y que, incluso años después, sigues agradeciendo haber descubierto.
Volviendo a los nombres de sus 4 hijas.
El libro de la mesita del rellano agrupa en 4 ideas los pilares del éxito y del equilibrio personal.
De cada pilar, compartiré las frases y reflexiones que más me han gustado, presentándolas a modo de aforismos.
A partir de aquí, todo lo escrito en cursiva está extraído directamente del libro.
Orden
Somos animales de hábitos. Los positivos producen valores, y los negativos, vicios.
El orden simplifica la vida y produce una tranquilidad casi inmediata.
Orden en la cabeza. El que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. Y para eso hay que aprender a ser concretos.
Aprender a renunciar es sabiduría. Y al mismo tiempo es esencial tener una jerarquía de valores bien establecidos: saber lo que es decisivo, lo importante, lo ordinario, lo marginal.
La felicidad consiste en ilusión. La dimensión más rica de la felicidad es el futuro, lo que está por llegar, una especie de promesa de vida en donde siempre miramos hacia adelante, pero con el aprendizaje del pasado.
Uno es feliz cuando está contento con lo que tiene. Estar contento significa etimológicamente estar contenido, estar situado dentro de un mapa en el que uno se siente bien y no quiere más y más. Saber moderar las expectativas es una forma sabia de ser feliz.
Constancia
Constancia es firmeza y perseverancia en los objetivos que uno se ha puesto.
Constancia es no darse por vencido, crecerse ante las dificultades que surjan.
Todo hábito es continuidad en el esfuerzo: saber esperar y saber continuar.
La persona constante se ha ido haciendo a base de pequeñas renuncias, ganando batallas menudas hasta llegar a ser hercúleo, de piedra, difícil de derribar.
Los mejores amigos de la inteligencia son el orden y la constancia.
Constancia es perseverar en lo comenzado, no rendirse ante las adversidades, mantenerse firme y sin ceder en sus objetivos y principios.
Voluntad
Etimológicamente procedel del latín voluntas, -atis y significa querer.
Voluntad es la capacidad para querer algo y poner todos los medios necesarios para alcanzarlo. También es aquella facultad que nos inclina a buscar algo que descubrimos como valioso y de entrada se muestra arduo y difícil.
Por tanto, voluntad es determinación, querer, afán decidido, propósito firme, intención de conseguir algo, determinación perseverante.
Es la facultad para gobernar nuestra conducta de forma libre y consciente.
Huir del culto al instante, es decir, ir adquiriendo la facultad de no mirar en lo cercano, sino en lo lejano.
La voluntad es firmeza en los propósitos, solidez en los objetivos, ánimo fuerte en las dificultades.
La voluntad consiste en un acto intencional de dirigirse hacia algo o de alejarse, pretenderlo o repudiarlo, buscarlo o relegarlo.
Tendencia. Anhelo, aspiración, preferencia por algo. La etimología procede de tendere: inclinarse, dirigirse, ponerse en camino de, atender.
La tendencia descubre. La determinación concreta. La acción consigue pasar de la teoría a la práctica. Por eso la voluntad consiste en preferir. Escoger una posibilidad entre varias.
Desear es anhelar algo de forma rápida, inmediata, próxima, con una cierta inmediatez. Es más superficial y fugaz.
El deseo busca la posesión cercana de algo.
Posesión: saber que ese algo es de nuestra propiedad.
Querer es pretender algo de forma mediata, a largo plazo. Es profundo y duradero.
Desear se mueve más por los sentimientos, mientras que el querer es guiado por la voluntad.
El verdadero objetivo de la voluntad es la victoria sobre uno mismo. Abrimos las puertas del autodominio y así no nos desviamos de la meta, nos entregamos con ardor a la tarea propuesta.
Un ser humano vale lo que vale su voluntad. Quien no sabe vencerse con la voluntad ha nacido para ser esclavo.
El que al no haber luchado en las cosas pequeñas del día a día se ha ido convirtiendo en un juguete de las circunstancias.
Para llegar a donde quiero, tengo que ir por donde no quiero.
La voluntad necesita de aprendizajes graduales para alcanzar un cierto nivel. A esto se le llama hábito: comportamiento adquirido por la repetición en una dirección concreta.
Para ir adquiriendo cada vez más voluntad es fudamental tener objetivos precisos, medibles, bien delimitado y estables.
El gobierno personal es uno de los grandes retos que nos elevan por encima de las circunstancias.
La educación de la voluntad no se termina nunca.
Educar
Educar es convertir a alguien en persona. Acompañar para que uno se vaya haciendo dueño de sí mismo.
Educar es guiar para sacar lo mejor que hay dentro de alguien.
Los padres no pueden pretender que sus hijos hagan cosas que ellos no practican.
Gandhi: La verdadera educación consiste en sacar a la luz lo mejor de la persona.
Mario Alonso Puig: No somos cubos vacíos que hay que rellenar, sino fuego que precisa ser encendido.
Educare significa formar, instruir, inculcar valores o llevar la luz del conocimiento.
Educar es acompañar y dirigir.
Educere significa acompañar, extraer lo mejor que hay dentro de cada persona.
La educación precisa tiempo, descubrimiento, asombro, elaboración propia, interés, esfuerzo y voluntad.
Educar es seducir por encantamiento y ejemplaridad.
Encantar no es otra cosa que sorprender, sugerir, mostrar una faceta positiva.
Ejemplaridad, una buena conjunción entre lo que uno dice y hace.
Javier Gomá: lo más importante de la escuela es la convivencia y el amor al conocimiento, no su acumulación.
Se muestra interés por las inquietudes de los chicos, conociendo sus pasiones, aficiones y gustus. Hay que escucharles con atención y enseñarles a pensar, a razonar, a utilizar la lógica sencilla.
Motivación
Horage Greeley: El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el dese de aprender está tratando de forjar un hierro frío.
Cada uno se mueve buscando algo más profundo: la satisfacción del trabajo bien hecho, generar un ambiente amable y cordial del entorno, o un sentido digno y ético de la responsabilidad.
Decía Aristóteles que allí donde se cruzan tus talentos con las necesidades del mundo, allí está tu vocación.
Confuncio: ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
P.T. Young define la motivación como el proceso para despertar la acción.
D.O. Hebb: La clave de la motivación no está solo en despertarla, sino en mantenerla y dirigirla adecuadamente.
Rousseau: El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado.
Un maestro que no emplea la herramienta de la motivación no llegará a despertar el asombro a las ganas por aprender de sus alumnos.
El profesor atiende y escucha las preocupaciones de sus alumnos. El maestro enseña lecciones que no vienen en los libros y él mismo va a servir de referente, de modelo.
Se debe mantener una postura abierta, positiva y flexible con respecto al aprendizaje.
La expectativa de conseguir una recompensa o premio se codifica en la zona cerebral del estriado ventral y ahí puede poducirse una activación a nivel físico o a nivel cognitivo.
La capacidad de nuestra mente de imaginarse un futuro, un posible premio o logro, tiene un gran poder sobre nuestra vida.
Buda: Nos convertimos en lo que pensamos.
Aristóteles: Cuando algún objeto deseable no está relamente presente a nuestros sentidos, ejerciendo su atracción sobre nosotros directamente, nuestra motivación para esforzarnos en obtenerlo está guiada por su imagen.
Los pensamientos repetidos pueden llegar a modificar la estruxtura del cerebro.
Miguel de Unamuno: El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
Antoine de Saint-Exupèry: Si quieres construir un barco, no pidas a los hombres que busquen madera, ni les des órdenes, ni dividas el trabajo. En lugar de esto, enséñales a añorar la otra orilla del eterno mar.
Eugenio d´Ors: Basta con mirar algo con atención para que se vuelva interesante.
Epicteto: El hombre sabio es el que no se alfige por las cosas que no tiene, sino que se regocija de lo que dispone.
Hugo Ojetti: Quejarse es el pasatiempo de los incapaces.
La queja es una llamada de atención que consigue lo contrario de lo que pretende, ya que los demás se acaban apartando.
Aristóteles: No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va.
Pablo Picasso: La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Ramón y Cajal: Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro.
El fracaso enseña lo que el éxito oculta.
En todo lo que te falta del libro, aparecen grandes historias como…
Cómo le costó la vida a Tomás Moro, Lord Canciller de Inglaterra y amigo del Rey Enrique VIII, ser coherente con sus principios.
Qué necesitas para poder atravesar el Atlántico, en 45 días, en un velero, SOLO.
Cómo soportó Nelson Mandela estar durante más de 26 años en la cárcel en unas condiciones extremas.
Cómo sirvió de inspiración un chico que, de niño, freía tomates verdes que recogía de la basura para comer, a pesar de que lo condenaron a cadena perpetua.
Cómo un hombre a la deriva durante meses pudo sobrevivir.
Cómo la coherencia de vida permitió al sacerdote de origen polaco sobrevivir a un gulag de Siberia.
Varios casos clínicos con situaciones muy frecuentes y que vivimos muy de cerca.
Te dejo el libro más abajo: